Vida


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MATERIA: Expresión Corporal I
TITULAR: Lic. Raquel Guido
COMISIÓN: 3 (Prof. Silvana Sagripanti)
ALUMNA: Aldana Actis Grosso

INSTANCIA: 1º PARCIAL

TEMA:VIDA
Desde el día en que nacemos, nos relacionamos y comunicamos con los demás a través del LENGUAJE CORPORAL, primer lenguaje humano. Nuestro crecimiento se va desarrollando en relación con el otro- "cada nuevo ser humano que nace no viene ya a un medio puramente natural. Llega a un mundo humano que será el medio humanizante del nuevo ser". RAQUEL GUIDO. Afirmamos así, que el espacio corporal, es el origen de todos los espacios, es decir que, en la niñez, ordenamos nuestro espacio y a partir de ahí el de los otros. Cobramos vida ante otro. Por lo tanto, el espacio corporal es expresivo por excelencia.
Así comenzamos a comprobar cómo la expresión corporal nos acompaña en cada etapa de nuestra vida.
El niño grita o llora presentando signos de hambre y dolor, el adulto codifica los signos y como consecuencia el niño los reconoce en él y en los demás; allí nace su representación, su expresión.
Analizando, podemos entender que el niño revela la expresión más espontánea, inocente y correcta, ya que permite una comunicación eficaz y segura con su entorno, involucrando su cuerpo, sus movimientos y sus sentimientos, elementos que en el futuro irán perdiendo, por razones socioculturales, protagonismo en la comunicación diaria.
Hoy, en la práctica, en la clase... ¡cómo nos cuesta volver a esa comunicación! ¡Cuánto más fácil sería si nunca la hubiéramos perdido, si tan sólo nuestro cuerpo recordara una parte, si alguien nos hubiera advertido que la íbamos a necesitar tanto! Creo que igual sería imposible conservarla, por lo menos en este mundo.
Recuerdo una actividad en la que debíamos caminar ocupando el espacio y la consigna fue: "detenemos en un momento, saludar a un compañero, preguntar algún que otro dato y seguir caminando". Para nosotros fue una actividad, que a muchos nos generó pudor y hasta incomodidad. Para un niño, saludar a otro niño desconocido, es un acto espontáneo. Seguramente, además de decirle "hola" y preguntarle su nombre, también lo invita a jugar, a compartir un momento de placer, sin pensar cómo será o si es parecido o no a él.

Al llegar a la adolescencia, ese niño, que respondía con espontaneidad ante el primer estímulo, se encuentra cargado de prejuicios, estructuras sociales, historia personal, que lo hacen alejarse de la emoción, y tiene una actitud cerrada frente a la danza. Excluye así de su vida, una expresión esencial ya que, como lo fundamentamos anteriormente, danzar contribuye al desarrollo totalizador de un ser humano en su formación como tal.
"Danzar en las plazas, sobre las montañas y en la llanura. Danzar para mantener la salud, exteriorizar la energía, profundizar en compañerismo y cultivar la adicción a la vida, cuando se quiere y de la manera que se quiere. PATRICIA STOKOE.
Son claves estas palabras de Stokoe, para un adolescente, creo yo. Cuando escuchamos y vemos que el alcohol y la droga dominan sus vidas. Qué importante sería entonces, que en su educación escolar estuviese incluida la Expresión Corporal. Así se integraría el conocimiento intelectual con la habilidad creativa.
Leí en Laban: “las danzas han tenido en todos los tiempos una profunda vinculación con los hábitos de trabajo..."
Imagino entonces, por qué en cada consigna dada en las clases, nos preocupamos por llenar el tiempo de movimientos, por cómo lo verán, por no quedamos con la mente en blanco, sin material para mostrar (por lo menos en las primeras clases), en lugar de pensar en su recorrido y sus posibilidades. ¿Será por nuestra cultura zapping? Cambio, pruebo, voy vengo... a veces, me detengo y analizo.
Volviendo al adolescente, ésta es, sin duda su forma de vida actual. ¿Lo beneficia? ¿Lo perjudica? Sólo se puede afirmar que la danza, la Expresión Corporal como actividad que encuentra lugar dentro de la propuesta educativa, ayudaría a expresar "la vida de su alma". ISADORA DUNCAN.


En la adultez, cargamos con pesos más pesados (me incluyo porque así lo siento) como: responsabilidades propias del trabajo, de la casa, del estudio. A la vez responsabilidades familiares, de los hijos. Yo llamaría a esta etapa: cumplir con todo. Éste cumplir involucra, la mente, el cuerpo, el movimiento y los sentimientos. Elementos de la expresión, de la vida en sociedad, con otros y para otros.
Mi profesora de Educación Vocal, Laura Neira recientemente nos dijo: " no olviden que siempre hablan para otro", refiriéndose a la voz.
Quisiera saber cuándo tener en cuenta esto y cuándo obviarlo. Más allá de las clases de Educación Vocal o Expresión Corporal. Si bien ella tiene razón, ya que aprendemos a usar correctamente nuestra voz, para comunicar cosas a los demás, deberíamos tener más claro el límite entre cuándo es necesario escuchar mi voz y cuándo puedo prescindir de ella.
Voy a expresar mejor mi idea:
En una clase de Expresión, no hace mucho, debíamos improvisar en grupos para el resto de los compañeros. El tema, lo daba la profesora al momento de pasar al frente de la clase. Yo dejé mi participación para el último grupo, pensando que sería más fácil después de ver las demás improvisaciones. El tema que me tocó fue: la lengua. Oír la palabra, ya me provocó pudor, incomodidad. Ninguna idea rondaba en mi cabeza, pero algo debía hacer. Esa improvisación no duró más de cinco minutos, sin embargo yo sentí que fue eterna. Esa eternidad la provocó mi propia voz, que yo escuchaba decir: "¡no la saques, queda horrible!¡Pero hacé algo donde se note que la estás utilizando!". Yo me hablaba a mi misma, aunque nunca dejé de hablar para los demás.
Me pregunto entonces... ¿Estos sentimientos te los da la adultez? Seguramente se sienten en todas las edades, pero en esta etapa se afirman. Son inseparables de uno.
"Cada cultura realiza una construcción significante específica, que construirá la base del medio humanizante para cada miembro del grupo". RAQUEL GUIDO.

Llegamos por fin a la vejez, última etapa de nuestras vidas. Dicen que todas tienen algo bueno, y yo creo que esta tiene el sabor de la experiencia y la sabiduría. Sin saber de lo que hablo, me atrevo a decir que esta etapa, goza de la mirada exterior, mirada hacia lo construido, lo derrumbado, lo logrado, lo pendiente, lo soñado, lo cumplido...
Refiriéndome nuevamente al movimiento, en esta etapa, lo imagino lento, cuidadoso y ya sin prejuicios. Un movimiento que después de pasar de la espontaneidad, a la cultura zapping y luego al cumplimiento, está marcado por el paso de los años y esto se refleja en la propia piel. Piel como límite del cuerpo, de uno mismo. Como un sentir, de la piel hacia adentro y de la piel hacia fuera. Lo relaciono así con el concepto de sensopercepción, técnica de la Expresión Corporal: "La sensopercepción es el registro consciente de la realidad tal cual se presenta ante los sentidos en el interior del psi'quismo. Sus objetos variarán, desde la estructura osteomuscular, el registro de la piel, órganos internos, localización y apropiación del espacio tridimensional del cuerpo, dominios matrices, grados de esfuerzos musculares con variación de tiempo y espacio, -entre otros-reunidas en la percepción del propio cuerpo y la construcción de su imagen, siempre en interacción con el mundo. Un conocimiento fundado en estas experiencias permitirá hallar otro modo de SER Y ESTAR EN EL MUNDO". RAQUEL GUIDO.
Involuntariamente, creo que en la vejez, encontramos esta manera distinta de estar en el mundo. Opino desde mi propio sentir al imaginarme como anciana; me ocurrió en una actividad en donde mirábamos nuestra piel como límite nuestro y sólo debíamos observarla. Yo pensé en cómo habría sido mi piel de niña, suave, blanca aún sin marcas del sol, ni de lastimaduras ni manchas. Luego miré mi piel ahora, que demuestra en partes mi trabajo corporal, en partes mi cansancio y en partes mis defectos. Pensé cómo mi piel delimita, condiciona y recorre mis movimientos, en esa clase y en mi vida.
Después imaginé cómo sería mi piel al envejecer, e inmediatamente traté de evitar la sensación del paso del tiempo. Cómo ver la belleza en mi piel si fuera arrugada, si ya no interesara cómo me vieran los otros. Cómo eso limitaría aún más mi movimiento. Eso me entristeció, porque amo moverme. Entonces pensé buscar movimientos que haría, tal vez, en mi vejez, que no demostraran el paso del tiempo, sino la experiencia, el conocimiento y la importancia de estar en ese lugar.
Concluyo entonces, que la expresión corporal, se presenta en cada momento, en cada etapa de nuestras vidas. Pero qué distinto sería si también la Expresión Corporal (con mayúscula) fuera parte de nosotros, de todos, siempre.
"Reclamo el derecho de que sea considerado una premisa, un órgano funcional de toda persona, órgano que puede y debe ser desarrollado como cualquiera de sus otros órganos funcionales, como son el pensamiento y el lenguaje hablado.
Está en nosotros pelear para que no sea más considerado un arte menor, afianzándolo como un lenguaje artístico con una fundamentación científica, con contenidos, recursos didácticos y el objetivo general de que cada ser humano desarrolle un lenguaje más, el de su cuerpo". PATRICIA STOKOE.
En estas palabras se resume el propósito al concluir mi carrera. Arduo pero placentero será mi trabajo, seguramente.

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