De la sensopercepción al despliegue poético

Texto de la presentación del libro Cuerpo, arte y percepción. Aportes para repensar la Sensopercepción como técnica de base de la Expresión Corporal de Raquel Guido, publicado por el IUNA - Artes del movimiento.

La Expresión Corporal es una práctica dentro de la Danza que promueve una cierta actitud al danzar y un modo diferente de entrenar al cuerpo. Es una danza centrada en las percepciones corporales y en la improvisación como método, tanto para los entrenamientos motores como expresivos-creativos.

La Expresión Corporal crea su propia técnica: la Sensopercepción.

La Sensopercepción tiene un fundamento
 neurofisiológico y apunta a la salud. Pero, por mi parte quiero subrayar que éste planteado de manera única no es suficiente.

Dada la complejidad de la corporeidad y dado que no hablamos solo de organismos sino de cuerpos, -lo cual implica considerar los atravesamientos socioculturales, simbólicos, políticos-, el enfoque neurofisiológico no alcanza. Y dado que hablamos de Danza, tampoco alcanza.

El modelo neurofisiológico utiliza un modelo físico-químico y matemático que se encuentra imposibilitado para hablar del despliegue poético del cuerpo, de una emoción encarnada en un gesto o el despliegue de imágenes en el movimiento.

Abordo la Sensopercepción incluyendo el despliegue poético y creativo para la Danza, con un marco multireferencial (enfoques filosófico, sociocultural, psicológico, biológico, político y estético) que la avalen, que le permita superar los enfoques biologicistas y la salud (movimiento saludable, postura saludable) como objetivo único.

Cuando la Sensopercepción alcanza su fase poética deviene en Expresión Corporal y toda práctica de la Expresión Corporal implica ineludiblemente la práctica de la Sensopercepción ya que esta es su técnica de base.

Abordo el depliegue creativo y poético para la Danza centrado en las percepciones corporales y del entorno. Incluyo el trabajo expresivo que implica la asociación, no siempre consciente, de la percepción y lo emocional ligando al despliegue de imágenes poéticas con la Imagen Corporal y el movimiento, en una corporeidad consciente.

Entiendo a la Sensopercepción como un camino que produce cuerpos heterogéneos para la danza. Y en esto se define la especificidad de la Expresión Corporal: mientras muchas técnicas de danza homogeneizan, la Expresión Corporal produce heterogeneidad, diversidad.

La Sensopercepción trabaja sobre la percepción del cuerpo de un ser situado en el mundo.

Trabajar sobre la percepción no es ingenuo, es político.

La percepción permite una imagen sensorial de los objetos y fenómenos de la realidad. La percepción implica interpretación y construcción de significados. Nuestros esquemas de percepción determinan las formas de interpretarnos a nosotros mismos y al mundo. Los esquemas de percepción cotidiana responden a una política y a un régimen de lo sensible creando categorías de percepción y apreciación legítimas a través de las cuales se construye una visión del mundo y una interpretación de la realidad.

La experiencia que propone la Sensopercepción desafía nuestros habituales esquemas de percepción, pensamiento y acción, movilizando nuestros ejes de referencias y exigiendo que nuestra sensibilidad se reacomode.

Una licencia lúdica

Van ahora unos fragmentos de mi libro “Cuerpo , arte y percepción –aportes para repensar la Sensopercepción como técnica de base de la Expresión Corporal” asociados de manera diferente a como aparecen en el libro; jugando con un nuevo orden para dar un nuevo sentido:

La propuesta de la Sensopercepción propone un desocultamiento del cuerpo; pretende hacerlo presente en los pequeños y grandes actos de ese ser en el mundo que es el humano.

Implica un salirse del uso cotidiano, adormecido en lo habitual, generando un espacio y un tiempo para ubicarse con presencia en la experiencia vivida.

Sensorialidad, motricidad y emoción se ligan en una trama indisoluble que funciona como telón de fondo de nuestra vida. Al proponer focalizar en estas experiencias y darles un tiempo y un espacio para centrarnos en ellas, surgen imágenes y emociones que forman parte del registro de nuestra historia, encarnada en el cuerpo. De este modo la Sensopercepción convoca a beber de una fuente íntima y profunda, rica en registros, que se convierten en el material que devendrá en símbolo artístico.

La práctica no se aborda a través de “ejercicios” cerrados y repetibles. El docente es un creador de mundos en la medida en que crea situaciones para que el otro experimente en un tránsito singular. El alumno es un buscador que asume el coraje de internarse en una verdadera aventura, soltando la brújula que lo orienta en lo habitual, para retornar a la superficie con un tesoro nuevo cada vez, del cual deberá apropiarse.

Hablamos de hallazgos de imágenes, gestos, movimientos, relaciones con las leyes físicas y encuentros con el otro, con el mundo de los objetos y la producción de símbolos.

La Sensopercepción, rompe con la sujeción de los cuerpos revelando su heterogenidad.

Su alcance llega hasta los mas íntimo del sujeto.

Su dirección singular: despertar la potencia del deseo y provocar su despliegue poético y estético.
Esta es la Sensopercepción que surge de mi enfoque sustentado en mi praxis y en la búsqueda de sus fundamentos teóricos.