Para seguir pensando en la EC....

Por Laetitia Machalski (alumna de ECI- Guido_ comisión Prof. Maza

1-   El término de Expresión Corporal como práctica específica en Danza, nace alrededor de los años 50, cuando Patricia Stokoe decide poner un nombre que no ahuyentara a los hombres para el taller que da en el Collegium Musicum. La invitan allí luego de un largo viaje a Europa en donde tuvo la oportunidad de profundizar la exploración del movimiento a través de varias técnicas. Una de ellas es la Danza Moderna de Rudolf Von Laban. Varios aspectos de esa danza en ruptura con los esquemas y paradigmas de la danza clásica marcan profundamente Patricia Stokoe en su propia búsqueda. Los ejes más importantes que la van a influenciar son : la Danza Libre; « el pasaje de lo impersonal a lo personal »; « una danza que exprese el hombre de su tiempo »; la Danza Educativa Moderna. Además de la Danza Moderna, Patricia se acerca a otras técnicas de auto-conciencia corporal tales como Alexander o Feldenkrais. Enriquecida por estas experiencias, Patricia se apropia de algunos de esos nuevos conceptos para aplicarlos a una disciplina naciente que, si bien es influenciada por los movimientos varguandistas europeos, se contruye en base a fundamentos teóricos y prácticos propios.

A pesar de las múltiples confusiones que acompañaron la E.C desde sus inicios hasta hoy, y de la diversidad de prácticas que se le asocian, Patricia Stokoe y sus seguidores lucharon para que la E.C sea considerada como una práctica artística en Danza en sí misma y no únicamente una herramienta al servicio de otras prácticas artísticas, terapéuticas o educativas. Desde los años 80, ganó un lugar en el ámbito académico del movimiento que se mantiene hasta hoy y que permite formar a estudiantes y entregarles la tarea de seguir haciéndola crecer, pues una de las preocupaciones de la E.C es que no quede fijada en un forma determinada sino que vaya evolucionando y adaptándose a los cambios culturales a lo largo del tiempo.
Es una danza del aquí y ahora, integradora, centrada en las percepciones coporales del sujeto que baila, y por ende, sobre el ser humano, considerado como unidad bio-psico-socio cultural.  El ser humano es el único ser vivo capaz de interpretar y de transformar la realidad, vinculándola con imágenes, sensaciones, emociones, y, de ese modo, de transformarse a sí mismo. Patricia dice que uno « no nace hombre, se hace hombre ». La danza, como cualquier arte tiene la capacidad de desarrollar las « promesas » de sensibilidad, imaginación, creatividad, comunicación, que cada uno trae consigo al nacer. Busca desarrollar la diversidad, la heterogeneidad, conservando y valorizando las características propias de cada cuerpo para llegar a una comunicación totalmente singular : comunicación consigo mismo primero, ya que para poder desplegar su poética propia, es necesario conocerse ; comunicación con el compañero de danza, el otro y su subjetividad ; en fín, comunicación con una posible mirada externa.
En tanto unidad, el ser humano no se puede pensar desde la dicotomía mente /cuerpo. Cada sujeto no solo tiene cuerpo sino que es cuerpo : no se considera el cuerpo desde el punto de vista biólogico únicamente en tanto organismo, ese conjunto de funcionamientos comunes a toda la especie, sino que lo ve como un entramado socio-cultural de lo afectivo, lo sensible, lo subjetivo, todo aquello que nos hace únicos e irrepetibles. De ahí que la E.C no busca conformar organismos funcionales, capaces de « competir », de repetir modelos y secuencias de movimiento con perfecta exactitud sino que busca desarrollar las habilidades propias a cada cuerpo teniendo en cuenta su dimensión poética y simbólica : así es como facilita el despliegue artístico. La E.C no ve al cuerpo como una máquina performática que se modela en función de resultados a obtener. Sin embargo, no deja de tener una técnica y una voluntad de trabajar el dominio del cuerpo y la destreza. El sujeto es invitado, como en cualquier práctica física a adquirir cada vez más posibilidades con su cuerpo desde un lugar perceptivo de auto-conocimiento, desde una búsqueda propia y respetuosa de su ser. Muchas veces se cuestiona el rigor de la Expresión Corporal en cuanto a la adquisición de esas habilidades. Una de las razones es que la técnica de la E.C, la Sensopercepción, como otras técnicas que pueden aportar a nuestra práctica, trabajan desde un lugar sensible y sutil en donde el sujeto aprende primero a observar sus límites sin juzgarlos ; sino, al contrario, con todo el respeto requerido para luego encontrar caminos para  superarlos. Me parece que surgen cuestionamientos sobre la eficiencia de tales métodos porque estamos demasiado acostumbrados a llegar a logros por autopistas rápidas que en ningún momento nos permite ver qué es lo que nos pasa realmente y qué necesitamos. Cuando discuto con artistas de otras disciplinas corporales para defender un entrenamiento suave, me gusta recurrir a una metáfora : una empresa que quiere producir algo tiene dos posibilidades. O quiere lucrar lo más rapido posible y va a usar técnicas de producción dañinas para el planeta y para el eco-sistema pero tendrá resultados económicos inmediatos o decide obtener menores beneficios en un primer lugar buscando producir con cuidado y respeto : al fin y al cabo, llegará a resultados similares, incluso quizás mejores y a más largo plazo pero necesitará más tiempo y paciencia.
Además, la ideología integradora de la EC propone trabajar técnica y creatividad de manera indiferenciada : se acompañan mutuamente en la formación psico-motora del bailarín. Patricia habla de la « relación existente entre la construcción de la danza propia y la construcción del sujeto, donde éste reafirma su identidad al revelarse como autor e intérprete de su creación », como « fuente instrumento e instrumentista » a través de la improvisación. Una de las principales preocupaciones de Patricia era la Educación por el arte y para el arte.  Destaca el círculo virtuoso que se establece : «Cuánto más practique, experimente y domine su arte, más facetas de sí mismo y de los demás será capaz de descubrir. Pensamos que cuanto más conozca y perciba cada uno, más ricas serán sus imágenes y las respuestas a las mismas también serán enriquecidas en cuanto al cuerpo entrenado pueda responder adecuadamente e interpretarlos.» La Danza tiene un poder de educación y de formación de la personalidad, en fín de promover ciertas cualidades del ser humano. Por eso mismo, es importante recuperar la Danza como patrimonio de toda la humanidad : que no sea un privilegio de algunos profesionales formados para ser perfectos performers sino que todos puedan bailar, todos aquellos que quieran cambiar la relación a su propio cuerpo. Se trata de poner la Danza al alcance de todos, introducirla en todos los tejidos sociales, no solamente sobre el escenario sino que también en el aula y en la vida cotidiana. Además, tiene una fuerte capacidad terapéutica, y si la salud no es su objetivo propio, nos consta que participa plenamente de una buena salud mental y física. Patricia dice que « el proceso creativo y comunicativo, es salud ».
Si bien, el próposito de la E.C es esencialmente artístico, existe una articulación importante con la salud y la educación, lo que tendría que ser a mi parecer parámetros inherentes a cualquier actividad artística. Para concluir, quiero citar estas bellas palabras de Patricia que representan para mi la esencia ideológica, aún más valiosa en la realidad actual, de la E.C : « Danzar en las plazas, sobre las montañas y en la llanura. Danzar para mantener la salud, exteriorizar la energía, profundizar el compañerismo y cultivar la adicción a la vida, donde se quiere y de la manera que se quiere ».


2-   En la síntesis anterior, hago referencia a la Sensopercepción y a la Improvisación como técnicas de la Expresión Corporal que asocian en simultáneo el desarrollo de las capacidades físicas propias y el despliegue de una poética singular y subjetiva.
No solamente se trabajan esos ejes en conjunto sino que se retroalimentan : al abrir posibilidades de movimiento, se abren nuevas puertas sensibles y vice-versa. Es lo que llamo el círculo virtuoso en donde el ser humano está plenamente integrado a su propio aprendizaje. Desde su mundo interior, el sujeto halla herramientas para el movimiento. La Improvisación como «expresión espontánea y auténtica en respuesta a los estímulos » es un método de aprendizaje que valoriza el sujeto como maestro de su camino y que le permite incorporar nuevos movimientos sin forzar las posibilidades de su cuerpo.
En las vivencias, esa mezcla entre técnica y expresión, entre entrenamiento y creación, es muy notable. Desde la práctica Sensoperceptiva, llevamos nuestra atención en la distribución del peso en los puntos de apoyo por ejemplo. De allí, surgen imágenes, emociones o sensaciones que llenan el movimiento de  expresividad y se vuelve Danza. Siempre que transitamos alguna búsqueda específica, esta da lugar, a veces imperceptiblemente a una improvisación. Me acuerdo de un ejercicio que hicimos de a dos en donde uno imprimía su mano en el tórax del compañero para ayudarlo a tomar conciencia de ese espacio y movilizarlo. De los pequeños movimientos del sternum que me provocaba la mano de mi compañera, poco a poco se estableció una comunicación muy fuerte que se expresó en una Danza de a dos totalmente espontánea. A través de ese contacto y de la confianza que me daba, nuevos movimientos surgían y enriquecían esa comunicación.
La autonomía del alumno no significa que no sea necesario una persona que guíe, pero no se trata de imponer modelos sino de proponer ejes de trabajo y de exploración que cada uno puede transitar de manera singular. Patricia Stokoe dice que « el maestro deja de ser domador y se convierte en animador » en la manera en que incentiva el alumno a desarrollar una búsqueda personal.
Para empezar, el vocabulario usado no se refiere únicamente al organismo sino que habla del cuerpo, tomando en cuenta su contenido simbólico. Así, hablar de la « huella », o « del habitar los espacios del cuerpo », va más allá de la significación biológica de los apoyos o las articulaciones. Esos términos introducen el alumno a una poética, son disparadores para que su imaginación y percepción acompañen la técnica corporal.
Además, la EC se basa, como dice Raquel Guido, en una exploración lúdica del cuerpo sensible conciente. Dice que « la actitud lúdica ligada al acto creador dota a lo humano del poder de transformar la realidad. » Para mí, la propuesta lúdica permite enriquecer el sujeto tanto en su desarrollo artístico como personal. Lo lúdico, despojado de las necesidades de algún resultado, apuntando al goce del sujeto abre libertades corporales expresivas auténticas. Personalmente, experimenté en varias clases el goce lúdico remontando a la simplicidad de la infancia en donde no hay nada más que el ser y estar. En una de las vivencias, trabajamos sobre los espacios corporales ofreciendo al compañero una arquitectura con el cuerpo dentro de la cual el otro podía desplazarse. Entre todos, se armó en el espacio una estructura móbil en el que uno iba circulando, cambiando de rol. Ya los cuerpos no eran más cuerpos y no estabamos más en el IUNA sino que eramos cuevas, colinas, árboles o aventureros que viajaban por esa naturaleza.
El ser humano, a través de su imaginación, su mundo interno de emociones y representaciones, se hace tranformador de la realidad, tanto haciendo como observando. Otros mundos, otras historias o símbolos me aparecen cuando veo a mis compañeros bailar. En las exploraciones con las huellas, muchos elementos técnicos se incorporaron sin que formaran todos explicitamente parte de la consigna. Aparecieron espontáneamente desde el simple juego de imprimir huellas en el espacio. Hubo saltos, equilibrios, distintas cualidades de movimiento, ritmos, cambios de niveles y traslados de peso ; para mi, hubo colores, esculturas, líneas de energía, pinceladas, un cuadro de Kandinsky y las Antropometrías de Yves Klein.
Otro elemento propio del ser humano, esencial en la EC, es la comunicación con el otro. Ya di un ejemplo pero me gustaría evocar la importancia que tiene en la adquisición de habilidades y de una conciencia más presente. Estabamos de a tres trabajando el contacto con una mano en el hombro, que devino en varios puntos de contacto en el que se sentía una verdadera conversación entre nuestros tres cuerpos. La percepción del contacto en la piel, me conectó a un deseo hasta ahí inconciente de recibir cariño humano en un momento en que la lejanía y la ausencia de personas importantes para mí estaba teniendo un impacto en mi cotidiano. Fue una Danza emocionada en donde mi entrega me permitió dejarme llevar a movimientos genuinos y liberadores, lo cual lo relaciono con el aspeco saludable de la EC. Una vez más, podemos decir que lo que estaba en juego ahí era mucho más que el organismo : el cuerpo con su memoria, su sensibilidad y sus deseos en el aquí y ahora.
En ese ejercicio, fuimos intergrando nuevas consignas : giro, separación y vuelta al contacto. El docente no solamente invita a un acercamiento lúdico sino que también propone una progresión didáctica.
Por eso, no comparto los puntos de vista que dicen que no hay entrenamiento en la EC, pero es un entrenamiento que pasa por otro lado que el que acostumbramos tener en todo tipo de educación. Se entrena el ser humano en su unidad desde el juego, apelando a la sensibilidad y emocionalidad de cada uno. De esa manera, promueve la diversidad. Cada sujeto, único, tendrá una respuesta singular a las propuestas y cada giro o salto será el de uno. Eso es muy visible en las vivencias en las que tenemos la oportunidad de observarnos los unos a los otros. Con una misma pauta y una misma música, podemos ver ritmos, cualidades de movimiento y uso del espacio y de los niveles muy diversos. Sin embargo, no por ser las respuestas singulares, nos son ajenas. Quiero concluir con un cuestionamiento sobre el término de universalidad. Hemos comentado que la EC no trabaja con lo universal, en el sentido de lo uniforme. Pero cuando hablamos de integración, ¿no hacemos referencia a un objetivo universal, es decir a la posibilidad de cada cual, con su realidad psico-social y motora, de ser partícipe de las contrucciones artísticas como creador y/o como espectador ? En mi búsqueda artística personal, apunto a lo universal y lo popular en el buen sentido. En mi recorrido anterior en el teatro, me dirigí hacia un teatro dicho « físico », del movimiento porque considero que el trabajo desde el cuerpo nos abre un camino hacia el otro ya que, en sus diferencias, es el cuerpo/organismo que nos une como especie. Desde ese punto de unión, la diversidad no nos separa sino que nos enriquece. No hace falta nada más que ser para incursionar el lenguaje artístico. El Arte para todos es una oda a la diversidad y, por ende, a la humanidad.

3 comentarios:

  1. ¡me encanta cómo te posicionás y defendés el entrenamiento, y tu construccion desde la vivencia personal! ¡Hermoso trabajo, Leti!

    ResponderEliminar
  2. Hermosisimo, inteligente, increiblemente bien escrito para alguien que hizo toda su escolaridad en francés! Felicitaciones Leticia!

    ResponderEliminar
  3. Anónimo20.6.13

    Inteligente, bien documentado, sensible y particularmente bien escrito teniendo en cuenta que viviste en Francia hasta pasados los 20, y que hiciste toda tu escolaridad en francés. ¡Felicitaciones Leticia!

    ResponderEliminar